Paso 1: Elección del patinete eléctrico más adecuado para ti

Para elegir el patinete eléctrico más adecuado para ti tienes que tener en cuenta varios factores como es la autonomía del mismo, la carga que soporta y el tipo de terreno habitual por el que lo vas a hacer circular.

¿Cuántos kilómetros diarios vas a realizar? ¿Los puede hacer el patinete eléctrico que estás evaluando con solo una única carga de su batería? ¿El patinete eléctrico soporta sobradamente tu peso corporal o lo soporta más bien justito y cuesta arriba vas a ir más lento que un caracol? El terreno por el que vas a circular con él habitualmente, ¿es terreno urbano o rústico?

En el caso de que lo quieras para usarlo sobre todo en montaña, vas a necesitar un patinete eléctrico con unas ruedas más grandes y anchas.

Igualmente, un motor potente es esencial para subir cuestas y sortear terrenos accidentados, mientras que un motor más débil puede bastar para superficies más llanas y urbanas.

Por otro lado, nosotros te recomendamos que elijas un patinete eléctrico que tenga pata de cabra.

Paso 2: Comprueba el buen funcionamiento de la pata de cabra

Parece una tontería pero no lo es. Antes de hacer un trayecto con tu patinete eléctrico, tienes que comprobar si el caballete funciona bien. Ya verás que en muchas ocasiones querrás dejar tu patín eléctrico parado verticalmente para bajarte de él solo un momento a descansar o a cualquier otra cosa y luego volverlo a coger enseguida.

Para verificar el buen funcionamiento del caballete es muy sencillo. Coloca el patinete eléctrico en una superficie plana y extiende completamente la pata de cabra. Ahora empújalo suavemente con la mano para asegurarte de que se mantiene firme y no cae al suelo.

Y recuerda que si lo que quieres es dejar tu patinete eléctrico aparcado por mucho rato en la calle sin tu vigilancia, es imprescindible que le compres un buen candado.

Paso 3: Súbete al patinete eléctrico

Antes de subirte a tu vehículo de dos ruedas, asegúrate de que llevas el equipo de protección adecuado como es el casco y un calzado cómodo.

Ahora, enciende el patinete eléctrico. Suelen tener una pantalla en el manillar con un botón de encendido. Por seguridad los patinetes eléctricos no arrancan con el acelerador.

Para arrancarlo, tienes que sujetar el manillar con ambas manos, apoyar un pie en la plataforma mientras usas el otro que tienes apoyado en el suelo para darle un primer impulso al patinete hacia adelante (es como si le dieras una patada al suelo hacia atrás) a la vez que activas con el dedo gordo de tu mano derecha el acelerador que tienes en el manillar.

Ahora solo tienes que mantenerte en equilibrio con los 2 pies encima de la plataforma, tu pie dominante delante y el otro detrás. Tu pie dominante es aquel que primero adelantas si alguien te empuja por la espalda para evitar caer al suelo. Puedes comprobarlo con un amigo que te de un pequeño empujón por la espalda.

Subido en el patinete, tu pie dominante apunta hacia adelante y tu pie que va detrás debes girarlo un poco hacia afuera para que vaya cómodo en la plataforma. Las rodillas deben estar ligeramente flexionadas para que tengas mayor estabilidad durante el trayecto.

Paso 4: Aprender a regular la velocidad

La velocidad aumenta conforme aprietas más el acelerador del manillar con el dedo gordo de tu mano derecha.

Para desacelerar, solo tienes que ir soltando el acelerador pero si necesitas parar más rápido, usa el freno de mano que tienes en el lado izquierdo del manillar. Eso sí, no frenes de golpe con el freno de mano para que no vayas al suelo. Y cuando te encuentres con un bache o vayas por un pavimento irregular, acuérdate de reducir la velocidad para no ir al suelo.

Paso 5: Aprender a girar

Cuando vas bastante rápido con el patinete eléctrico, no puedes simplemente limitarte a girar bruscamente el manillar para cambiar de dirección porque un giro brusco del mismo puede hacer que vayas al suelo.

Lo que tienes que hacer es mirar hacia la nueva dirección, imagínate que quieres girar hacia la derecha, y a continuación inclinar ligeramente el cuerpo hacia la derecha acompañando suavemente con el manillar ese giro.

Si al principio tienes dificultades para realizar giros, practícalos en calles muy tranquilas, con poco tráfico. Esto te va a permitir centrarte en mejorar la técnica de giro sin distracciones ni peligros.

Deseamos que este artículo te haya sido de utilidad y recuerda que siempre debes respetar las normas de tráfico para tu propia seguridad y la de los demás.

Raúl Torres

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